¿Dónde están los líderes motivadores?

Durante las últimas semanas se ha podido ver en España y en otros países cómo diferentes representantes públicos y con puestos relevantes en la administración se han saltado el confinamiento.

En una situación como la que ha provocado la COVID-19 los políticos deberían ser un ejemplo para todos de sacrificio y responsabilidad, mostrando un comportamiento impecable. “En tiempos de contagio somos parte de un único organismo  en tiempos de contagio volvemos a ser una comunidad”, asegura Agustín Blanco, profesor y director de la Cátedra José María Martín Patino de la Cultura del Encuentro, en un artículo publicado recientemente. Lo que se espera de nuestros líderes es que hagan POLÍTICA, con mayúsculas, pero “hoy, en medio de la incertidumbre, el miedo y el dolor, ha llegado el momento de la política para las generaciones impolíticas nacidas después de los años sesenta […] que no han conocido la política como sentimiento de pertenencia a un destino común”, escribe Blanco. “Los propios ciudadanos echan de menos a los líderes […], los que supuestamente deberían actuar como tales lo hacen con frecuencia como contraejemplo”, asegura el profesor de Comillas, quien asegura que la figura del líder carismático resulta cada vez más improbable. “Necesitamos líderes motivadores que, desde la prudencia, sean capaces de cooperar y llegar a acuerdos que sustenten decisiones necesarias para dar respuesta a los graves e ignotos problemas a los que nos enfrentamos”.

Blanco denuncia también la falta de tolerancia entre adversarios políticos y defiende la necesidad de consensos, dejando de lado “las incomprensibles dinámicas de confrontación, descalificación y hasta insulto personal tan presentes en estos días en el discurso público (político y mediático) y en las redes sociales de nuestro país”.