El cambio climático, COVID-19 y el confinamiento

El hecho de que, a consecuencia de la crisis del coronavirus, haya habido un significativo descenso de la circulación y de que, por ejemplo, el transporte de mercancías por carretera haya descendido un 60%, puede tener un impacto positivo en la calidad del aire y ser un ligero empujón favorable para la lucha contra el cambio climático.

Pero, ¿es realmente así? ¿Se están reduciendo las emisiones de CO2? ¿Están descendiendo los niveles de contaminación del aire en las grandes ciudades?

Pedro Linares, profesor de Comillas ICAI y director de la Cátedra de Energía y Sostenibilidad, aseguró en una entrevista en QUO que “Tenemos datos de cuánto se ha reducido la movilidad, y sabemos a cuantas emisiones equivale. Hacer el cálculo para la industria es más difícil, y es posible que haya aumento de emisiones por el uso de la calefacción en las casas». El consumo de combustible en general ha descendido un 70% y el 27% de las emisiones proceden del transporte. “Si no nos movemos, pasaremos de un 27% a aproximadamente un 8% de las emisiones en España procedentes del transporte”, calcula Linares, aunque matiza que “estamos hablando de que esa sería la reducción si el parón durara todo el año. El 27% se calcula en términos anuales”.

En definitiva, el parón no va a evitar reducir las emisiones a las que España se ha comprometido. “Con la reducción de un año de la actividad industrial y la demanda de electricidad, habríamos reducido un 25-30% nuestras emisiones. Y el objetivo para 2030 es reducirlas un 35%. Es decir, que aún tendríamos que reducir más”. Respecto a la influencia que todo esto pueda tener para el cambio climático, Linares asegura que “si para el transporte, las concentraciones de NOx y partículas bajan, en el caso del CO2 es más complejo, porque cada molécula de CO2 emitida se queda doscientos años en la atmósfera, y hay acumuladas más de 3.000 millones de toneladas”